Esta Vía Verde cuenta con 2 Espacios Naturales Protegidos localizados en un radio inferior a 5 km: Los LICs Quejigares y encinares de Sierra del Madero y Sierra del Moncayo (Red Natura 2000).
Principales Espacios Naturales Protegidos:
LIC Quejigares y encinares de Sierra del Madero
Este espacio posee una superficie de 3.830,26 hectáreas y está localizado al noreste de la provincia de Soria. La sierra del Madero hace de divisoria entre las cuencas del Duero y del Ebro en una línea de altos donde el sistema Ibérico pierde altitud, entre las sierras más elevadas de Urbión, Cebollera y Moncayo.
Una menor altitud unida a su exposición directa a los vientos de Levante procedentes de la depresión del Ebro, confieren a esta zona una mayor mediterraneidad. Debido a ello se encuentra caracterizada por constituir una de las mayores masas continuas y mejor conservadas de encina y quejigo del sector soriano del sistema Ibérico, con estructura de monte alto, que apenas se ve interrumpida por los pocos cultivos existentes. En la vertiente oeste de la sierra se pueden encontrar rodales de centenarios y corpulentos quejigos de gran valor ecológico. También existen forestaciones de coníferas.
En las zonas donde las masas forestales se encuentran más abiertas aparecen matorrales basófilos de porte reducido dominados por diferentes géneros de leguminosas, como aulagas, y/o caméfitos. Sobre las áreas despejadas de la parte más oriental, donde el suelo es más rocoso y seco, aparecen comunidades comofíticas permanentes, dominadas por crasuláceas vivaces de gran porte del género Sedum, que se desarrollan generalmente sobre materiales de naturaleza calcárea como los presentes en el Espacio. Además, se pueden encontrar varias especies de flora amenazadas, protegidas, endémicas o de elevado interés.
Los distintos hábitats de interés comunitario ligados a las masas arboladas, que se pueden encontrar aquí, especialmente las formaciones de quejigares y encinares maduros, acogen un valor faunístico de gran importancia como es el escarabajo resorte, coleóptero saproxílico muy escaso en la Península Ibérica.
LIC Sierra del Moncayo
Enclavado en el extremo oriental de Castilla y León y con una superficie protegida de 7.046,4 hectáreas, el macizo del Moncayo alberga la cota más elevada del Sistema Ibérico (Pico de San Miguel 2.314 msnm). El Espacio también incluye una pequeña superficie de la sierra del Tablado, al sur del mismo.
Desde el punto de vista geológico predominan los materiales silíceos (areniscas, lutitas, conglomerados) que constituyen el núcleo del macizo, si bien en las zonas periféricas aparecen materiales calcáreos (calizas y dolomías).
Si al hecho de disponer de un gran rango de altitud y exposiciones, se le añade la presencia tanto de sustratos silíceos como calcáreos y un cierto carácter de "insularidad", por estar aislado del resto de las montañas que configuran el Sistema Ibérico, permiten al Moncayo albergar una flora muy diversa, con un enorme número de comunidades vegetales en muy poco espacio. La vegetación se muestra claramente en pisos. En las zonas más bajas los melojares son la formación dominante, si bien puntualmente, ligados a los sustratos básicos, como en las inmediaciones del pico del Águila o de la muela de Beratón, se encuentran buenas representaciones de encinares y quejigares. Por encima de estos, se presentan los hayedos acidófilos que forman grandes extensiones, especialmente en la cara norte. En este piso y en el inferior, son frecuentes las forestaciones de pino silvestre. También se pueden encontrar mosaicos de abedulares, temblonares, avellanedas, saucedas o acebedas. De enorme interés en este macizo es la presencia de las dos especies de robles atlánticos; el roble albar, y el roble pedunculado, estando al límite de sus exigencias ecológicas. Por encima del límite del bosque aparece una banda de piornales dominados por piornale serranos, los cuales son sustituidos en las orientaciones umbrías por enebros rastreros y arándano, y en niveles todavía inferiores, por brezales. En las planas calizas cerca de Beratón, aparece una interesante comunidad de matas pulviniformes entre las que destaca la presencia de sabina rastrera, elemento que contacta este macizo con la flora del sistema Ibérico meridional. En los sustratos silíceos de niveles por encima de los 2000 msnm y hasta la misma cumbre del Moncayo predominan los pastizales silicícolas crioturbados, los cuales contactan y forman mosaicos con cervunales. Una de las formaciones más raras y finícolas en este Espacio natural son las turberas oligótrofas con esfagnos y brezos, cuya presencia se limita a unas pocas áreas de escasa superficie y aisladas unas de otras. Destaca también la presencia de roquedos calizos abruptos, de carácter umbrófilo, como la muela de Beratón en cuyas fisuras se instalan comunidades de casmófitos calcícolas.
En lo que respecta a la fauna, en estos medios se pueden encontrar coleópteros de interés como Rosalia alpina, en los hayedos, y ciervo volante, propio de robledales maduros. Entre los quirópteros es necesario señalar la presencia de un refugio de interés en Cueva de Ágreda, sobre todo para el murciélago de cueva durante los períodos equinocciales. También son destacables las poblaciones de mariposa apolo presentes en los hábitats supraforestales, mientras que la hormiguera de lunares aparece de forma escasa en las zonas de menor altitud ocupadas por tomillares-praderas basófilos. El Espacio resulta también de interés para algunas especies de reptiles como la lagartija roquera, el lagarto verde y la culebra lisa europea.
Este contenido forma parte del proyecto "Vías Verdes y Red Natura 2000" desarrollado con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica.
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