El carrilet de Sant Feliu de Guíxols fue, durante décadas, el medio de transporte preferido por los gerundenses para acercarse a las playas de Sant Feliu.
Hoy su recorrido por las comarcas del Gironès y del Baix Empordà permite descubrir unos paisajes mediterráneos de singular belleza.
Desde el año 2000 la Vía Verde Girona-Costa Brava es una realidad. Su enlace en Girona con la Vía Verde del Carrilet (54 Km entre Olot y Girona) y, en un futuro no muy lejano con la Vía Verde del Camí de Ferro, permitirá desplazarse desde el alto Pirineo hasta la mediterránea Costa Brava a lo largo de casi 135 Kms sobre vías verdes.
Este Camino Natural - Vía Verde ha sido ejecutado en el marco del Programa de Caminos Naturales del Ministerio de Medio Ambiente. Más info>>
Puedes encontrar más información sobre este apartado en la sección Espacios Naturales y Red Natura 2000 de este itinerario. Este contenido forma parte del proyecto “Vías Verdes y Red Natura 2000” que cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica.
Patrimonio cultural: Conjuntos monumentales de Girona y Castell d'Aro. Castillos-Torres en Quart, Cassà, Llagostera y Santa Cristina
Infraestructura:
Vía Verde
Cómo llegar:
Girona:
Regionales y Grandes Líneas Renfe
Sant Feliu de Guíxols:
Autobús Empresa Teisa
Conexiones:
Barcelona:
100 Km. hasta Girona y Sant Feliu
Desde Girona también parte la Vía Verde del Carrilet
El recorrido sobre el antiguo trazado del carrilet de Sant Feliu tiene su inicio en el corazón de la capital provincial, Girona, en la calle Emili Grahit, junto a la glorieta de los Paísos Catalnas. Desde este punto, el itinerario abandona la ciudad junto a las aguas del Onyar.
En 1,5 Kms. se llega al Barrio de la Creueta, donde el ferrocarril también dio servicio a una fábrica de harinas. Desde aquí la Vía Verde sigue un recto terraplén que atraviesa una hermosa vega a orillas del Onyar, río al que se llega tras el esquive que la Vía Verde hace de la autovía de ronda de Girona. En este punto, la vía verde ha propiciado la recuperación del antiguo puente ferroviario, desmantelado tras la clausura del ferrocarril y suplido por una nueva pasarela ahora para caminantes y ciclistas.
Al otro lado del Onyar, una larga y despejada recta, de 1,5 Kms., crza limpiamente un entorno de tierras de labor, donde destacan algunos bellos ejemplares de pinos piñoneros a la vera de la vía. El primer pueblo del recorrido es Quart.
Km 6
La vía se interna en su interior dando sustento y nombre a una de las calles, el Carrer del Tren. La Estación de Quart es la primera muestra del primoroso estado en que se conservan la mayoría de las estaciones de este carrilet. ESta acoge hoy una sala de exposiciones municipal. Muy cerca de la estación se localiza un Centro BTT, punto de referencia y de apoyo para los que disfrutan de la naturaleza en bicicleta de montaña. Desde aquí , además de la vía verde, se desarrollan otra serie itinerarios circulares que pueden complementar esta excursión.
El tramo urbano por Quart continua unos 500m hasta llegar a un cruce de carreteras. En este lugar, la vía verde agrontó un sector de nueva construcción que suple al que ocupó la carretera. Éste cruza bajo el asfalto y, ajustándose a sus márgenes, recupera la original traza ferroviaria unos 500m más adelante. Tras curzar la Riera Cort se alcanza el Apeadero de Llambilles (Km. 8), otra muestra de perfecta conservación de los viejos inmuebles ferroviarios. Aquí se podrá encontrar una fuente de agua potable.
Km 10
La vía prosigue su recto trazado bajo un agradable bosquete. Tras pasar la zona de Can Torrent, la traza desarrolla un gran arco, en el cual se encontraba el desaparecido apeadero de Llebrers (km 10). Finalmente se alcanza el polígono industrial de Cassà de la Selva , que se cruza por un carril bici en color verde, sobre la acera, que da acceso al centro de la población. Allí se encuentra la Estación de Cassà de la Selva(km 14) que, como en los otros casos, asombra por su impecable estado de conservación. Algunas traviesas ferroviarias definen los caminos del parque, que también dispone de urinarios y fuentes.
La agradable travesía por Cassà de la Selva prosigue sobre el trazado del ferrocarril, convertido en una calle que desemboca, finalmente, en un terraplén de inequívoco sabor ferroviario. Este desmonte, protegido a ambos lado por un tapial de cañizos, lleva hasta un pequeño alto. El siguiente tramo, de unos 900 m, cruza limpiamente una llanura agrícola, tan solo alterada por alguna vaguada superada por nuevas pasarelas, como la que cruza el arroyo Verneda. Al poco de cruzar este arroyo se encontraba el apeadero de Esclet, del cual no quedan apenas restos.
Km 21
A 6 Kms. de Cassá y tras cruzar dos pasos a a nivel, se llega a la Estación de Llagostera (Km. 21).Enmarcada en un parque urbano, en su interior acoge la Oficina Municipal de Turismo. Una suave rampa que se inicia tras el parque lleva a la vía al encuentro con la carretera.
Tras superar el polideportivo, a unos 700 m., la vía se topa con la carretera C-253, vial de elevado tráfico que ocupó un tramo de casi tres kilómetros del original trazado ferroviario. A pesar de la molesta y poco tranquilizadora vecindad de los coches, se ha construido un carril bici a orillas de la carretera que permite avanzar sin problemas. Desde aquí se podrá gozar de las incomparables perspectivas del infinito bosque que tapiza las quebradas montañosas vecinas.
Junto a esta carretera se llega al nudo de carreteras con la C-250, punto que se cruza bajo uno de los ramales de la carretera, llegando finalmente junto a las ruinas de la antigua casilla del paso a nivel. Desde aquí la vía se separa de la carretera, hacia la izquierda, iniciando el tramo que, con final en el Apeadero de Font Picant es, sin duda el más bello del recorrido. Serán cuatro kilómetros inmersos en una densa masa de bosque mediterráneo en el que predominan los alcornoques, bajo cuyas copas la vía se retuerce al paso por los arroyos.
Km 29
En medio de esta foresta, 9 Kms. más abajo de Llagostera, se llega al Apeadero de Fon Picant - Bell Lloc (Km. 29). Estos dos topónimos hacen perfecta justicia al lugar. El segundo en castellano se traduciría por "bello lugar". El primero hace referencia a la presencia en sus inmediaciones de un manantial de aguas de gran valor salutífero.
Este paraje, que transmite serenidad y calma al viajero, encarrila la vía en semejante estado anímico hacia espacios más abiertos, de amplios prados orlados por la sombra de las anchas copas de los pinos piñoneros. En este tramo la traza se desarrolla sobre generosas rectas en las que los ciclistas y caminantes son dueños y señores. Unos contundentes cerramientos restringen el paso a los automóviles, dejando paso franco hacia la localidad de Santa Cristina d'Aro, la primera villa de la comarca litoral del Baix Empodà.
Km 32
Como en todas ocasiones anteriores, la Estación de Santa Cristina (Km. 32), se conserva en perfecto estado, recuperada hoy como casa de cultura. El tramo que lleva hasta Castell d'Aro también presentaba algunos problemas de continuidad que exigieron la construcción de un nuevo trazado, paralelo al asfalto pero bien segregado de los coches. Tras las últimas casas, una larga recta entre campos de labor aproxima al viajero hacia la penúltima etapa: Castell d'Aro. El perfil del campanario y las almenas del castillo dan la pista de esta localidad, cuya pequeña estación, situada en el Km. 35, reserva una de las sorpresas más gratas del recorrido.
El recinto ferroviario hace 30 años que perdió sus vías de 75 cm de ancho pero, hace poco, unos carriles mucho más estrechos, de 5 pulgadas, han cogido el relevo. Sobre estas angostísimas vías circulan pequeños trenes, en los cuales incluso pueden montar personas, en un circuito que contornea la estación. En la antigua playa de vías se ha creado una lámina de agua que el liliputiense ferrocarril salva por un gracioso puente metálico, obra que imita al que el carrilet de Sant Feliu tuvo para cruzar la Riera Ridaura, no muy lejos de aquí. Tras la estación, la vía, inscrita en un pasillo entre árboles, efectúa un cerrado giro hacia el sur para enfilar directamente a Sant Feliu.
Una moderna pasarela peatonal atirantada de hormigón vuela sobre el habitualmente magro cauce del Ridaura donde antaño estuviera el entramado metálico del puente del ferrocarril. Cruzada esta fastuosa obra de ingeniería (Algo desproporcionada para la sencialla obra de la vía verde), se pasa bajo la carretera de Platja d'Aro y se inicia la remontada hacia la ladera que cierra la Val d'Aro por su flanco sur. Esta subida se realiza lejos de las carreteras, gracias a un largo y recto terraplén que permite ir ganando cota suavemente.
Km 37
Tan solo 2 Kms. más adelante la vía se interna en Sant Feliu de Guíxols. En este ismo lugar de ingreso a la villa se encontraba el Apeadero de S'Agaró (Km. 37). Este punto es el más indicado para los que no puedan esperar y quieran bajar a gozar de las cálidas aguas del Mediterráneo, ya que desde allí las doradas arenas de la Playa de Sant Pol apenas distan 200m.
En este lugar, la ruta inicia un recorrido suburbano que lleva hasta la antigua estación, impecablemente conservada y convertida hoy en colegio. Incluso aún es posible ver, en el extremo final de la estación, el hueco del foso donde las pequeñas locomotoras del Feliuet daban la vuelta para iniciar el retorno hacia Girona.
En un futuro este tramo final será recuperado. Entonces, el viajero podrá llegar hasta el almacén del puerto, que era el km 0 de la vía. A la par, el edificio portuario se convertirá en un centro de interpretación de la Vía Verde.
Bajo el titulo “Los Secretos de las Vía Verdes” el Consorcio de Vías Verdes de Girona ha editado sendas guías sobre las Vías Verdes del Ferro i Carbó, Carrilet I y Carrilet II. Con las Vías Verdes de Girona como eje, las guías nos proponen además otras rutas alternativas que nos invitan a descubrir los recursos naturales y culturales próximos a las Vías Verdes. Estos productos están a la venta en los puntos de información de la ruta y en la web www.viasverdesdegirona.org.
Foto: Archivo Histórico Ferroviario del Museo del Ferrocarril de Madrid (REDER KLEINGEBEIL, GUSTAVO).
Este pequeño carrilet tuvo entre sus rasgos distintivos su peculiar ancho: fue el primer ferrocarril español con una anchura de vía de 75 centímetros. Tras muchas discusiones sobre su ancho y su trazado definitivo, el empeño de los vecinos de Sant Feliu logró que, en 1892, se iniciara el servicio de este carrilet, conocido cariñosamente en la zona como el “Feliuet”.
Por aquella época, la provincia de Girona asistió a un esplendor de los carrilets que, con centro en la capital, llegaban hasta Olot, Banyoles, Palamós y Sant Feliu. Su modesta existencia tuvo momentos de gran auge, especialmente en la posguerra, cuando, dada la falta de transportes por carretera, experimentó sus mejores cifras de viajeros y mercancías.
Entre las cargas del ferrocarril hay que citar especialmente el tráfico de planchas de corcho y tapones, que en las fábricas de Cassà de la Selva y Llagostera tenían unos importantes centros de transformación. Como en tantas ocasiones, la pérdida de tráfico hizo que la compañía ferroviaria se viera en la obligación de ceder su concesión al Estado en 1963, que pasó a integrarla en los servicios adscritos a FEVE.
Los nuevos gestores apostaron fuerte por su desarrollo, poniendo el acento en su conexión con el carrilet de Olot, con el que tenían vecindad física en la estación de Girona. Ello sería posible unificando el ancho al métrico del de Olot y, además, asumiendo de paso una renovación del material móvil. De haber triunfado su apuesta habría resultado una red de cercanías de vía métrica que podría haber llegado a nuestros días, pero lamentablemente nada se hizo y, en 1969, toda esta red rural gerundense fue cerrada y desmantelada al poco.
Esta Vía Verde cuenta con 11 Espacios Naturales Protegidos localizados en un radio inferior a 5 km: Los LICS Les Gavarres, Riberes del Baix Ter, Massís de les Cadiretes, Riu Llémena, Rieres de Xuciá i Riudelleques y la ZEPA Massís de les Cadiretes (Red Natura 2000). Además de PEIN Riberes del Baix Ter, Rieres de Xuclà i Riudelleques, Riu Llémena, Les Gavarres y Massís de les Cadiretes.
Hacia el noroeste de la Vía Verde, se encuentra este PEIN, un Espacio Natural Protegido que abarca todo el curso bajo del río Ter, que es uno de los más representativos del litoral catalán. Contiene una amplia variedad de hábitats dentro de sus límites entre los cuales el más representativo son los cultivos extensivos de cereal (incluyendo los que alternan con barbecho), además también incluye importantes muestras de bosque de ribera y hábitats fluviales y supone una importante área de refugio y de nidificación de aves propias de este tipos de hábitats. Por otro lado, también se pueden encontrar mamíferos como la nutria europea o el murciélago de cueva, aparte de peces como el fartet.
Hacia el este de la Vía Verde, dentro del municipio de Girona, se ubica este Espacio Natural Protegido que está integrado por un gran macizo silícico, cubierto en gran medida por masas forestales, en los que aparecen especies vegetales como las encinas o los robles, además de un sotobosque de rusco, zarza y brezo. Por otra parte, en términos faunísticos, cabe hablar de la presencia de especies como la garduña, el zorro, el búho chico o la becada.
El Macizo de Cadiretes es un Espacio Natural Protegido integrado por leves elevaciones de material granítico los cuales descienden de forma repentina hasta el mar, teniendo esa unión un relieve más escarpado y abrupto que está sometido a la influencia de las aguas marinas. Desde el punto de vista geológico, este macizo también destaca por algunas formaciones particulares como los afloramientos graníticos moldeados por los distintos agentes erosivos.
La vegetación del lugar se caracteriza por el predominio del alcornocal y matorrales silicícolas, además de la presencia de bosques de ribera en aquellas zonas más húmedas y hondas. Además, cabe destacar algunas particularidades florísticas como la Drosera rotundidolia o la Elodea.
La fauna del Macizo también es mediterránea con aves rapaces como el azor o el gavilán o mamíferos como la jineta y la comadreja. Cabe señalar que hay dos especies bastante raras, la golondrina dáurica y el cormorán moñudo, que crían en este espacio.
Otra zona de interés dentro de los límites del PEIN es su línea litoral que contienen sistemas marinos representativos de la Costa Brava sur, de aguas bastante frías pero con poca materia orgánica en suspensión y una mayor transparencia, lo que hace que haya una dominancia de algas en las mismas.
Este contenido forma parte del proyecto "Vías Verdes y Red Natura 2000" desarrollado con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica.
Tres refrescantes itinerarios en pleno corazón de la provincia de Girona, que guiarán nuestros pasos desde los Pirineos hasta el mar, en plena Costa Brava, siguiendo la huella de tres ferrocarriles abandonados. La Vía Verde del Camí de Ferro, entre algunas de las mejores joyas del románico; la Vía Verde del Carrilet, a la sombra de los volcanes de La Garrotxa, que despliega toda su frescura hasta alcanzar la capital de Girona; y la Vía Verde de Girona-Costa-Brava, que nos conduce al mar. En total más de 100 km para conocer a fondo la belleza de esta provincia catalana, en bicicleta y caminando
Parte 1 de 2
Parte 2 de 2
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