El Programa Vías Verdes, iniciado
en 1993, ha producido importantes frutos en estos años.
En 2023 existen ya en España más de 3.300 kilómetros
(de ellas unos 150 Km en obras o licitación) de antiguos
trazados ferroviarios acondicionados como 135 Vías
Verdes, y han sido invertidos más de 260 millones de
euros en el acondicionamiento como Vías Verdes de estas
infraestructuras, cifra, que sería muchísimo mayor si
incluyésemos costes de la rehabilitación de edificios
ferroviarios, obras de mejora, dotaciones posteriores,
mantenimiento, promoción, gestión, gastos de
arrendamiento de terrenos y edificios, etc
El Programa Vías Verdes sigue creciendo y aumentando el
número de kilómetros para su disfrute demostrando así
que goza de buena salud. Actualmente hay algunos
interesantes proyectos en marcha que conseguirán que a
medio y largo plazo, que los actualmente más de 3.300
kilómetros de Vías Verdes operativas sean muchos más.
La recuperación de la línea del Ferrocarril
Santander-Mediterráneo, en las provincias de Burgos,
Soria, Zaragoza y Teruel que está siendo recuperada
gracias a los proyectos que ejecuta desde hace años el
Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA)
en el marco del Programa de Caminos Naturales, permitirá
recorrer más de 300 kilómetros de este antiguo
ferrocarril en estas dos Comunidades Autónomas con la
posibilidad de enlazar en la capital burgalesa con la
ruta Jacobea, y con la Vía Verde de Ojos Negros, la más
larga del panorama nacional.
De la misma manera la ampliación de la
Vía Verde de la Sierra de Alcaraz en la
provincia de Albacete y su prolongación en la de Jaén a
través de la
Vía Verde del Segura constituirá otro importante
eje no motorizado en el sureste peninsular a través del
antiguo y nonato ferrocarril Baeza-Utiel, línea
que nunca llegó a entrar en funcionamiento.
Otra línea de larga longitud que sigue incrementando
nuevos tramos como Vía Verde es la línea del
Ferrocarril Guadix-Almendricos por las provincias de
Granada, Almería y la Región de Murcia. Los primeros
kilómetros ya discurren por los municipios almerienses
de Serón, Alcontar, Olula del Río, Alcontar,
Huercal-Overa … y el granadino de Baza, mientras más
recientemente se han incorporado los últimos kilómetros
en la Región de Murcia, en el término municipal de Lorca
(pedanía de Almendricos).
A estas dos líneas de larga longitud se une el
Ferrocarril Vía de la Plata (Plasencia-Astorga) que
en 2016 inauguró su primer tramo como Camino Natural Vía
Verde entre Carbajosa en las inmediaciones de la ciudad
de Salamanca y Alba de Tormes, y a la que se han ido
uniendo nuevos tramos en las provincias de Zamora,
Salamanca y Cáceres. El último, en 2023 permite ya un
itinerario continuo de más de 60 km entre Béjar y
Plasencia.
Además, las ampliaciones ya previstas en la
Ferrocarril Vasco Navarro (Alava-Navarra), en la
Vía Verde del Plazala (Gipuzkoa-Navarra) o
incluso en la
Vía Verde de la Sierra (Cádiz-Sevilla) y en la
Vía Verde de Ojos Negros, entre otras, ofrecen
un futuro prometedor al mapa de Vías Verdes españolas.
En España existían en el año 1993 cuando la FFE elaboró
el "Inventario de Infraestructuras Ferroviarias en
Desuso" por encargo del entonces MOPTMA, Renfe y
Feve 7.600 kilómetros de líneas de ferrocarril en
desuso. De estos, recordemos que cerca de 3.300 km han
sido ya recuperados como Vías Verdes, lo que equivale a
más del 40%, mientras con el paso del tiempo al mapa de
las líneas en desuso se han ido incorporando variantes y
tramos de ferrocarril en desuso no inventariados en
1993.
Son por tanto, muchos, los kilómetros potenciales que
son aún susceptibles de convertirse en nuevos
itinerarios para ciclistas, senderistas, patinadores y
personas de movilidad reducida. Y sin duda, toda una
realidad en la contribución al desarrollo rural
sostenible de pueblos, comarcas y territorios de todo el
Estado, muchos de ellos pertenecientes a lo que ya se
conoce como la “España Vaciada”.
A esto, hay que sumarle, -como decíamos- que con la
llegada de nuevas líneas del tren de Alta Velocidad AVE,
algunos tramos de trazados de ferrocarril convencional
están abocados a quedar en desuso, teniendo sin embargo
–en algunos casos- la oportunidad de ser "reciclados"
hacia infraestructuras no motorizadas como son las Vías
Verdes. En otros casos, la mejora de trazados con
eliminación de curvas por ejemplo, o la modificación de
trazados hacia el interior (en las zonas costeras
especialmente), van dejando otros “nuevos” trazados
ferroviarios fuera de servicio que van incorporándose al
listado de activos ferroviarios susceptibles de ser
reciclados como vías verdes.
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