Una ruta sobre un antiguo ferrocarril a las puertas de la gran ciudad que se extiende junto a un agradable paisaje de campos de cultivo.
Esta vía aprovecha las ventajas del trazado ferroviario sobre el que discurría, facilitando la práctica de un ocio activo y saludable, idóneo para su utilización como itinerario para bicicletas y el paseo.
Esta Vía Verde ha sido ejecutada por el Ayuntamiento de Móstoles.
Por el camino de las huertas del Guadarrama y Alberche.
LOCALIZACIÓN
Entre Móstoles y el puente sobre el río Guadarrama. Es posible continuar hasta Navalcarnero (km. 12) por el antiguo trazado ferroviario (sin acondicionar y sin señalización)
MADRID
Longitud: 5, 8 km (5,3 km desde los alrededores del Parque de El Soto y el puente sobre el río Guadarrama).
Conexión con CiclaMadrid. Es posible continuar hasta Navalcarnero (km. 12) por el antiguo trazado ferroviario (sin acondicionar y sin señalización) para conectar con la etapa 15 del Gran Tour.
Usuarios:
Tipo de firme:
Tierra compactada
Medio Natural:
Tierras de cultivo, riberas fluviales, Parque Regional del Curso Medio del Guadarrama
Puedes encontrar más información sobre este apartado en la sección Espacios Naturales y Red Natura 2000 de este itinerario. Este contenido forma parte del proyecto “Vías Verdes y Red Natura 2000” que cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica.
Patrimonio cultural:
Móstoles: Ermita de Nuestra Señora de los Santos (S.XVII), Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Móstoles(S.IX)
Infraestructura:
Vía Verde. 1 puente
Cómo llegar:
Móstoles: Cercanías Renfe, Metro y Autobús
Línea C5 (Cercanías Renfe). Línea 12 (Metrosur). Línea 521 (autobuses interurbanos de Madrid, Madrid - Móstoles)
La estación de Cercanías de Móstoles-El Soto servirá como punto de referencia para el comienzo de la ruta. Una vez fuera de la estación, giraremos a mano derecha para acceder al Camino del Obispo.
Recorreremos la vía bordeando el centro comercial que tenemos a la izquierda y giraremos hacia la derecha para cruzar el puente que atraviesa la Autovía del Suroeste (A-5). Una vez pasado el puente, continuaremos por el Camino del Obispo dejando a nuestra izquierda la planta de tratamiento de aguas. Unos metros más adelante, abandonaremos la vía asfaltada para iniciar el camino de tierra compactada, donde una barandilla de madera marca inequívocamente el inicio de nuestra ruta.
Si se accede desde la localidad de Móstoles una buena referencia será arrancar desde el fantástico Parque Finca Liana desde donde parte un carril bici que conduce hasta el Parque de El Soto. Desde éste hay igualmente señalización hacia la vía verde ¡no tiene perdida!
Mientras avanzamos tranquilamente podremos contemplar a la derecha el paisaje que nos muestran los campos de cultivo y a la izquierda,el gran parque de El Soto, un oasis de verdor en la gran ciudad donde resulta muy grato pasear alrededor de su lago. Este es otro buen punto de partida pues la vía verde esta señalizada desde el parque.
Km 3
La vía transcurre fácilmente sin impedimentos en paralelo a la carretera (también llamada calle Ferrocarril) que conduce hasta la colonia de Guadarrama dejando a la vista la urbanización Parque Coimbra ahora unida a la vía verde con una flamante pasarela de madera que cruza el arroyo de El Soto.
Este arroyo da lugar a la Zona Paleontológica El Soto, Bien de Interés Cultural de la Comunidad de Madrid, en el que se han hallado fósiles datados aproximadamente en el Aragoniense medio, hace quince millones de años, como tortugas gigantes y proboscídeos cercanos a los elefantes actuales.
Km 5 Nuestro recorrido se va acercando al final ¡ojo al cruce en la colonia del río Guadarrama! cuando accedemos al magnífico Puente de Hierro, una estructura metálica erigida en el siglo XIX para que la antigua línea ferroviaria Madrid-Almorox (Toledo) cruzara el lecho del río Guadarrama.
Esta ruta permite adentrarse fácilmente en el Parque Regional del Curso Medio del río Guadarrama. ¡Qué mejor que atravesar el madrileño río gracias a esta celosia,el elemento más emblemático de la vía verde y el broche de oro de la excursion.
Nuestro camino termina aquí – no sin antes pasar por una inequívoca trinchera ferroviaria cuyas paredes en primavera se llena de flores- pero, si queremos continuar unos metros más, una vez pasado el puente podremos observar la antigua estación Río Guadarrama, otra de las huellas que rememoran la antigua línea de tren, actualmente acondicionada como Vía Verde.
Desde aquí y hasta Navalcarnero, el antiguo ferrocarril no está recuperado como vía verde, así que habrá que proseguir por caminos rurales sin señalizar. En esta atractiva localidad podremos enlazar ya también con la etapa 15 del Gran Tour de CiclaMadrid, una gran ruta ciclista de 420 kilómetros que perimetra la Comunidad de Madrid para realizar en 17 etapas.
Corría el año 1887 cuando empresarios belgas comenzaron las obras de un ferrocarril que vincularía la ribera del Manzanares, cercana a la altura del puente de Segovia, con las comarcas del suroeste metropolitano madrileño y el colindante pueblo toledano de Almorox: tierras de labor, de huertas y buenos vinos. El primer tramo del tren, que salía de la madrileña estación de Goya y cubría el trayecto entre las estaciones de Madrid y Navalcarnero, fue inaugurado en julio de 1891. Con posterioridad, en julio de 1901, se inauguró el tramo comprendido entre las estaciones de Navalcarnero y Almorox, con lo que se completó la totalidad del itinerario, 17 estaciones entre las provincias de Madrid y Toledo, con un recorrido de casi 74 kilómetros.
En los años 50, Madrid contaba con pocas piscinas, de tal forma que, cuando el calor arreciaba, había que buscar otras soluciones para divertirse. Gracias al ferrocarril de Almorox, que en su itinerario atravesaba los cauces de los ríos Guadarrama y Alberche, todos los domingos y festivos en primavera y verano, el tren disponía de todo su arsenal de coches y locomotoras para transportar a multitud de madrileños. Éstos, con la tortilla y el bañador, desembarcaban en las estaciones de Guadarrama y Alberche, las denominadas “playas de Madrid”, para pasar dias completos de ocio bajo en algua bajo los metálicos puentes del aquel tren.
Con el paso del tiempo, el transporte de mercancías se redujo y, aunque el tráfico de viajeros se mantuvo, las inversiones de material para su conservación se paralizaron. En diciembre de 1965 el recorrido se limitó hasta Navalcarnero. Pero, en paralelo, Madrid y su alfoz metropolitano no dejaban de crecer. Ello demostró que nuestro modesto tren de via estrecha era insuficiente para la brutal demanda que ya existía. Por ello, el primero de julio de 1970 se cerró la línea ferroviaria para reconvertirla en una moderna línea de cercanías con origen en Atocha, en ancho ibérico, electrificada y en vía doble. El plan era llegar a Navalcanerno, y ahí sigue, con obras avanzadas, pero los nuevos trenes nunca pasaron de Móstoles. Y si bien el tren a Villa del Prado y Almorox desapareció, permaneció en toda una generación de madrileños el recuerdo de maravillosos días de diversión junto a aquellos por entoces límpidos ríos, a los que llegaban en lentos trens que permitían saborear sin prisa alguna un día perfecto lejos de la gran ciudad.
Esta Vía Verde cuenta con 2 Espacios Naturales Protegidos localizados en un radio inferior a 5 km: El Parque Regional Curso Medio del Río Guadarrama y su entorno y el LIC Cuenca del río Guadarrama.
Este espacio natural posee un gran valor y diversidad ambiental y se extiende desde la base de la sierra madrileña, hasta la campiña de la depresión del Tajo, siguiendo el curso de los ríos Guadarrama y Aulencia.
Desde el punto de vista geológico se pueden distinguir tres unidades: zona de montaña comprendida entre la Sierra de Guadarrama, zona de transición conocida como Rampa de la Sierra, y zona hundida denominada Cuenca del Tajo. Estas unidades definirán a su vez la geomorfología; así pues, desde la falla hacia el norte predomina el paisaje de bolos graníticos, mientras que hacia el sur abundan las formas y depósitos originados por las corrientes fluviales sobre los materiales sedimentarios, es decir, se pueden distinguir principalmente cárcavas, barrancos, terrazas y llanuras.
En el contexto hídrico, se puede afirmar que el río Guadarrama nace en la sierra madrileña del mismo nombre y recoge a su paso las aguas que bajan desde el Puerto de la Fuenfría, Cerro Ventoso y Siete Picos, por los arroyos de la Vega y Navalmedio. Desde su nacimiento, hasta que desemboca en el Tajo, el recorrido del río tiene una orientación norte-sur siendo su principal afluente el Aulencia. Se pueden distinguir en su curso tres tramos bien diferenciados: el Tramo Alto o Serrano, el Tramo Medio, en el que atraviesa el pie de monte y tiene un desnivel inferior al anterior, y el Tramo Bajo, en el que recorre la llanura sedimentaria.
El paisaje de este Parque está, sin duda, determinado tanto por los elementos naturales como por las modificaciones experimentadas en torno a los cursos fluviales, fruto de la actividad humana. En el pasado, este territorio estaba cubierto mayoritariamente por bosques de encinas, sin embargo, la ya mencionada acción antrópica ha generado tres tipos de paisajes de gran diversidad y valor ecológico: el bosque mediterráneo, el bosque de ribera y los cultivos y eriales.
Este contenido forma parte del proyecto "Vías Verdes y Red Natura 2000" desarrollado con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica.