Esta vía verde, la última puesta en servicio en 2023 en la Región de Murcia se inicia en el área de acogida de La Corredera, lugar donde se separa la nueva variante de Camarillas del antiguo ferrocarril.

Desde Cieza se puede llegar a este punto tomando el tramo inicial de la Vía Verde del Chicharra Cieza, y luego, tras pasar por encima de la autovía A-30, por el Itinerario de Conexión entre Vías Verdes señalizado de unos 3,5 km.

La vía verde va ascendiendo suavemente hasta la antigua Estación de La Macetúa, a unos 4 km, y en cuyo entorno se ha habilitado un área de descanso. Esta estación ofrecía servicio principalmente a los trabajadores de las fincas ubicadas en esta zona, como la Campana, la Esperanza, la Carrichosa o la Macetúa. Frente a la estación, en la cima de una pequeña loma, se encuentra el mirador de La Macetúa, uno de los mejores lugares para contemplar con gran amplitud los campos en flor y el paisaje. Al norte se divisa la Sierra de Cabeza del Asno, y al sur el espectacular monte del Almorchón.

Un kilómetro más adelante la vía pasa por el puente sobre el barranco del Galán. A lo largo del camino se ven algunos pasos a nivel, pozos de agua o casetas abandonadas. No queda rastro sin embargo del viejo apeadero de Puerto Herrado, que estaba situado hacia el kilómetro 8,4 del recorrido.

La Vía Verde de la Floración finaliza, tras casi 10 km, en el área de acogida de Las Cañadas, donde continúan las vías hacia la Estación de Calasparra. Desde este punto se puede tomar un camino que conecta (tras cruzar con especial cuidado y atención la carretera RM-714) con el Itinerario Ecoturístico de El Picarcho, que nos conecta de nuevo hasta la Vía Verde del Chicharra Cieza, pudiendo completar así una atractiva ruta circular de casi 40 km.

Cieza y la Floración

Cieza, Puerta Norte de la Región de Murcia, es la capital natural de la comarca de la Vega Alta del Segura. Cuenta con numerosos museos (Siyâsa, Molino de Teodoro, Esparto, Semana Santa, Folklore) y monumentos y puntos de interés (Basílica de la Asunción, Convento de San Joaquín, Ermita de San Bartolomé, Mercado de Abastos, Ermita del Santo Cristo, Balcón del Muro, acequia de la Andelma). También son conocidas sus fiestas (Semana Santa, Fiestas del Escudo) y cada vez más las actividades vinculadas a la Floración de Cieza.

A finales de invierno se produce el espectáculo visual de la floración que atrae a muchos visitantes a visitar los florecidos campos de Cieza. A diferencia de otros lugares, donde solo hay un tipo de árbol, en Cieza hay gran variedad: la mayor parte son melocotoneros, pero también hay ciruelos, almendros, albaricoqueros, paraguayos o nectarinos, que florecen más o menos al mismo tiempo.

Como cada árbol tiene su flor, el campo presenta un tapiz de múltiples tonalidades: los colores rosáceos y rojos pertenecen a los melocotoneros, según su variedad; mezclándose con el blanco del ciruelo y del almendro, y el rosa del albaricoquero, y el verde de los frutales ya florecidos. Aunque la floración se puede apreciar desde muchos lugares, desde la vía verde que lleva su nombre y en el entorno de la carretera RM-B19, que une Cieza con Calasparra, se encuentran los más amplios paisajes en flor.

Para contemplar esa explosión de la naturaleza se han habilitado miradores en distintas zonas del municipio. Además del mencionado de La Macetúa (junto a la Vía Verde), se pueden destacar los de El Olmico (el más cercano a la ciudad), La Torre (al otro lado del río Segura) y El Soto de la Zarzuela. Junto a este último se encuentra el Centro de Recepción de Visitantes de la Floración, situado en una antigua escuela rural reformada, que abre sus puertas durante las semanas que dura la floración y dispone de zona de descanso, aseos, exposición y servicio de rutas guiadas. Más Info>>

Además al estar rodeada de montañas y bañada por el río Segura, ofrece también la posibilidad, de realizar actividades de turismo activo y de aventura como descenso del río, vía ferrata, barranquismo, senderismo, mountain bike, escalada y variadas rutas.

Los orígenes de la línea de ferrocarril “Chinchilla- Cartagena” entre Calasparra y Cieza en la Región de Murcia se remontan a 1851, cuando el ingeniero del Puerto de Cartagena D. José Almazán propuso una controvertida 'Línea del Mediterráneo' de Madrid a Cartagena, con ramales a Valencia y Alicante. Finalmente en 1859 se decidió que el ferrocarril hasta Murcia y Cartagena se iniciara en Albacete, partiendo de la línea Madrid-Alicante. Su construcción se realizó por la Compañía de Ferrocarriles de Madrid a Zaragoza y a Alicante (MZA), inaugurándose la línea completa el 27 de abril de 1865, con unos 240 km en total desde Chinchilla (Albacete) a Cartagena (Región de Murcia).

El ferrocarril vertebró numerosos municipios murcianos, como Calasparra y Cieza, y supuso un gran avance para la región. Gracias a él llegó el telégrafo, revolucionó el transporte de viajeros y generó una mayor actividad industrial. En 1941, con la nacionalización de los ferrocarriles de ancho ibérico, la línea pasó a manos de Renfe. En los años sesenta del pasado siglo, con la mejora del transporte por carretera, algunos apeaderos y estaciones fueron quedando en desuso.

Finalmente y tras muchos años de espera, en 2019 entró en servicio ferroviario la “variante de Camarillas” para eliminar el tortuoso paso junto al embalse. Ello supuso el abandono de unos 17 km de la antigua vía –titularidad de Adif- entre Agramón (Hellín) y Cieza y el cierre de la Estación de Calasparra, concebida principalmente para dar salida a la minería de la zona.

En 2022 se procedió al levantamiento de las vías en el término municipal de Cieza para la realización de las obras de acondicionamiento como vía verde que ha llevado a cabo la Consejería de turismo de la Región de Murcia.