Tudela y Tarazona, en Navarra y Aragón respectivamente, son cabeceras comarcales de rancio sabor histórico unidas secularmente por múltiples lazos.
Entre esas ligazones hay que citar a un modesto "trenico", que subía del Ebro al Somontano turiasonense y que, perdido hay ya unas décadas, vuelve a comunicar estas dos villas bajo la forma de Vía Verde.
Este Camino Natural - Vía Verde ha sido ejecutado en el marco del Programa de Caminos Naturales del Ministerio de Medio Ambiente. Más info>>
Entre Tudela (Navarra) y Tarazona (Aragón)
NAVARRA- ARAGÓN
Longitud: 22 Km
Usuarios:
Tipo de firme: Vía Verde con firme mixto: asfalto y zahorra compactada
Medio Natural:
Valle del Queiles. Somontano del Moncayo. Parque Natural del Moncayo
Puedes encontrar más información sobre este apartado en la sección Espacios Naturales y Red Natura 2000de este itinerario. Este contenido forma parte del proyecto “Vías Verdes y Red Natura 2000” que cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica.
Patrimonio cultural:
Conjuntos monumentales de Tudela y Tarazona. Monasterio Cisterciense de Tulebras. Museo del Agua de Malón.
Patrimonio UNESCO en el entorno de la Vía Verde. #Greenways Heritage
Cómo llegar:
Tudela: Media Distancia y Grandes Líneas Renfe
Línea Zaragoza-Castejón
(*) consultar las condiciones de admisión de bicicletas a bordo de los trenes
Tarazona: Autobús empresa Conda
Línea Tudela-Tarazona y Empresa Therpasa. Línea Zaragoza-Tarazona
Conexiones:
Pamplona: 92 Kms hasta Tudela
Zaragoza: 85 Kms hasta Tarazona
Conexiones con otros itinerarios/Vías Verdes:
Esta Vía Verde conecta con el CN del Ebro GR.99 y con el Camino Natural Agua Soriano-Camino Antonino
La ruta se inicia en la actual estación de ferrocarril. Tras visitar la ciudad, que guarda un vasto patrimonio arquitectónico, abandonamos la estación por una nueva rampa que nos sitúa en un carril-bici de color verde sobre el Camino Caritat, que nos guía hacia la Vía Verde. Poco antes de salir de esta antigua urbe medieval, vemos una locomotora de vapor - envuelta hoy por juegos de agua -, que en otros tiempos circulaba por los raíles del Tarazonica.
La calle desemboca en un paso superior sobre las vías de Renfe en activo, puente que dejaremos a nuestra izquierda para seguir por nuestra Vía Verde, que enfila hacia el trazado del Tarazonica. En este punto la línea del pequeño ferrocarril se separaba de las generales de Renfe, trazando una cerrada curva hacia el sur que la orientaba a su destino: Tarazona, hacia el Moncayo.
Tras cruzar la antigua carretera nacional, aparecen las primeras huertas, señal de identidad de las tierras del Ebro y Queiles, que dominarán el paisaje durante casi todo el trayecto. También comienzan las rectas, que marcarán el paso al viajero por largos trechos y harán rápido el transitar.
Km 3,3
Por la derecha aparece un camino rural, que fue un día el sendero que siguió el Tarazonica en su época de ferrocarril de vía estrecha. Desde este punto trazaba una ruta que penetraba directamente hacia la estación de Tudela, pasando junto a la plaza de toros. Al poco encontraremos una pequeña área de descanso con elementos que evocan el pasado ferroviario de esta ruta.
Km 4
Después de atravesar la nueva pasarela sobre Carretera de Ablitas, se nos presenta un olivar. Al otro lado, nuestra Vía Verde cruza las corrientes del Canal de Lodosa, que riega las huertas con agua del Ebro. Si quisiéramos hacer alguna excursión complementaria, el canal ofrece caminos de servidumbre para realizar otras rutas. Junto a este canal, hacia la izquierda, podemos alcanzar el Canal Imperial de Aragón. Y, si se pretende más, desde estos senderos podrían tramarse conexiones con otras rutas sobre ferrocarriles en desuso: la Vía Verde de las Cinco Villas (entre Sádaba y Gallur) y la Vía Verde de Campo de Borja (entre Aragón y Borja).
Km 6
Al otro lado del canal, una nueva recta se abre hacia el Moncayo, cruza por debajo de una autopista y un camino rural, y termina en los andenes de la estación de Murchante. Este edificio está lejos del pueblo (Murchante dista casi 2 Kms) y en el futuro se habilitará un albergue para los viajeros. Es un lugar ideal para descansar, en un espacio acondicionado en la antigua playa de vías. Más adelante, la ruta vuelve a un terreno poblado de huertas, donde la huella del trenillo de vía estrecha dobla hacia la izquierda, corriendo casi en paralelo hasta la entrada en Cascante.
Km 7,6
Pasamos por las ruinas del poblado de Urzante. Poco después comienza un paulatino ascenso hacia el primer gran terraplén de nuestro recorrido, que es también el asiento de un denso cañaveral que se alimenta de la humedad de unas charcas sitas al pie de la vía. Desde esta atalaya podemos vislumbrar a nuestra derecha el caserío de Cascante, presidido por la espectacular galería de acceso a la ermita de la Virgen del Romero.
Km 10
Al poco a la estación de Cascante, donde nos espera un área de descanso y se puede ver el curioso edificio de la antigua estación del tren de vía estrecha, situado en una cota más alta que el moderno.
Km 12
La llegada a Tulebras se nos anuncia con el tapial del Monasterio de Santa María de la Caridad, el primer convento cisterciense femenino de España, creado en el siglo XII.
Este recinto está curiosamente ligado a la Vía Verde, ya que el edificio de la antigua estación de Tulebras está incorporado dentro del conjunto monacal, quedando sus andenes y porches abiertos al disfrute de los viajeros. Tras la visita turística al convento, se puede disfrutar del área de descanso a orillas del Queiles, en Tulebras - último pueblo de Navarra-, a pocos metros de la estación y junto a la carretera de Barillas.
Otro buen sitio para una parada es un puente, que situado a poco más de 500 metros de Tulebras, nos da la altura suficiente para tener una vista clara de la traza y su entorno. Podemos ver los huertos, la grisácea mole del Moncayo - nevada de noviembre a marzo- y, al final de una larga recta, el caserío de Malón.
Km 15
Llegamos hasta las estaciones de Malón: una la usó el ferrocarril de vía estrecha y la otra, el de vía ancha. En esta última aún vive una familia de ferroviarios, que ha conservado los antiguos elementos de la explotación ferroviaria. Si se quiere descansar, se ha preparado un área junto a uno de los muelles de la estación.
A nuestra izquierda se eleva, apoyado en un cerro, el pueblo de Malón. En la cumbre del otero se ubica una explanada, antigua plaza de armas de un castillo hoy desaparecido. Faltan las almenas, pero si que hay una buena perspectiva de la vega del Queiles.
Seguimos camino y a la derecha de la Vía Verde asoma de nuevo el sendero de la antigua vía estrecha. Más adelante, aparecen grandes arboledas: la primera de éstas ha sido acondicionada como área de descanso.
Km 16
Nos internamos en una trinchera de casi dos kilómetros. Quienes deseen salir de ella, pueden usar la antigua vía estrecha, más sinuosa y situada a la derecha en una cota algo más alta, la cual permite disfrutar de los paisajes del valle. Ambas vías se unen en la explanada construida para el apeadero de Vierlas, escala de ferrocarril que nunca se usó.
Los frutales de las huertas, que en primavera se cubren de flores, flanquean esta zona de la traza. En este bucólico paraje se ha aprovechado otra densa arboleda como área de descanso.
Km 22
Tarazona se acerca y con ella su estación, cuyo gran edificio es hoy un centro cultural. Es una bella puerta de entrada para una ciudad con un valioso patrimonio arquitectónico, y un hermoso fin para esta Vía Verde del Tarazonica.
Foto: Archivo Histórico Ferroviario del Museo del Ferrocarril de Madrid
Fue por el año 1885 cuando la poderosa Compañía del Ferrocarril del Norte, que explotaba, entre otras, la línea Zaragoza-Miranda, inauguró el modesto ferrocarril de vía estrecha que unía su estación de Tudela con la villa zaragozana de Tarazona.
Todo el planteamiento de este ferrocarril era más que modesto. El trazado de vía estrecha (1 metro), se ajustaba a los pocos accidentes del terreno que salpicaban el llano valle del Queiles. El material móvil era sencillo y poco a poco se fue deteriorando sin que la compañía hiciera mucho por recuperarlo. Las anécdotas sobre su poca eficiencia iban convirtiéndose en una seña de identidad de este valle.
Tras la Guerra Civil la situación de la línea era más que patética. Así, RENFE tuvo que abordar una profunda reconstrucción del trazado, de tal forma que incluso llegó a cambiar el ancho de la vía, adaptándolo al general de red ibérica. En 1953 fue reinaugurada la línea en unas condiciones excelentes para la explotación. A pesar de ello, los autobuses ya se habían hecho con el transporte de viajeros y los camiones y automóviles le ganaban la partida al ferrocarril en casi todos los frentes.
Tras unos años de decadencia imparable, en 1970 se suprimió el tráfico regular de mercancías, especializándose en el servicio de viajeros. Pero esto también duró poco más, ya que dos años más tarde se clausuró definitivamente todo el servicio de trenes.
Esta Vía Verde cuenta con 7 Espacios Naturales Protegidos localizados en un radio inferior a 5 km: los LICS Peñadil, Montecillo y Monterrey, Balsa del Pulguer, Río Ebro y Bardenas Reales (Red Natura 2000) y el Monumento Natural el Roble de El Bocal y los Enclaves Naturales Sotos de Traslapuente y Soto de los Tetones.
La zona se caracteriza, desde el punto de vista geomorfológico, por la presencia de planas altas de materiales terciarios que van descendiendo hacia el norte hasta conectar con los materiales aluviales cuaternarios del valle. La cubierta vegetal se compone por una gran parte de formaciones arbustivas y matorrales con ejemplares como el Tomilar-aulagar, aunque la mayor parte del territorio está ocupado por cultivos de cereal extensivo en secano.
Dentro del mundo animal, esta zona se basa, principalmente, en su avifauna, en las que encontramos especies que están presentes prácticamente todo el año como la ganga el alcavarán o el aguilucho cenizo y otras especies que utilizan el hábitat temporalmente como la chova piquirroja, el águila real o el mochuelo. También se encuentran ejemplares de micromamíferos como la musarañita o el topillo mediterráneo, y de anfibios y reptiles como el sapo de espuelas o la lagartija cenicienta.
Con una superficie de 2.120,37 hectáreas y situada 0,26 km de la vía hacia el noreste, esta región, declarada como Lugar de Interés Comunitario, está ubicada en la unidad geológica de la depresión del Ebro. Entre su vegetación riparia, en las zonas más cercanas al agua se encuentran la sauceda y alameda, mientras que en las vegas de fondo de valle están ocupadas generalmente por montes de chopo. En las zonas más alejadas del río están las arboledas de tarayales o tamarices.
Esta zona es muy importante por ser un corredor ecológico que proporciona importantes hábitats para diversas especies faunísticas. Entre ellas podemos encontrar especies como el galápago europeo, nutrias o diversas aves acuáticas, además de otras especies migratorias como la cigüeña negra o el águila pescadora.
Este Roble está ubicado en el paraje de “El Vivero” de la finca El Bocal, que es el punto de origen del Canal Imperial de Aragón, a unos 4,42 km de la parte norte de la Vía Verde. Este Roble es el resultado de la jardinería y no a la vegetación natural de la zona, igualmente, es un ejemplar que llama la atención por su porte y estructura, teniendo un tronco recto y limpio, además de sus grandes dimensiones, con una altura total de 26,80 metros y una proyección de copa de 27 x 27 metros. Por todas estas características ha sido constituido como Monumento Natural en el año 1991.
Este contenido forma parte del proyecto "Vías Verdes y Red Natura 2000" desarrollado con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica.
Navarra cuenta con 5 vías verdes que suman más de 120 km. Siente el “efecto Navarra” a través de estos ferrocarriles de antaño.
- Serie Vive la Vía
De Navarra a Guipúzcoa por los parajes más vírgenes del Valle de Leitzarán, la Vía Verde del Plazaola nos invita a disfrutar de su dulce recorrido sobre el antiguo ferrocarril del mismo nombre. En este capítulo de la serie "Vive la Vía" también se muestran los atractivos paisajísticos y gastronómicos de la Ribera navarra, a través de la Vía Verde del Tarazonica, en el entorno de la monumental villa de Tudela.